Empresas de estilo de vida v.s Startups

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La primera gran decisión de un emprendedor. Artículo escrito por Luis Felipe Giraldo, empresario e inversionista.


Cuando hablo con emprendedores me gusta mucho preguntarles ¿por qué decidieron emprender?. Me interesa mucho saber que los apasiona en este momento de su vida y qué están buscando, si quieren una empresa que financie su estilo de vida o si, por el contrario, quieren crear la próxima startup (enorme y revolucionaria). Al respecto, me llama mucho la atención ver que los emprendedores sienten que el único camino válido es el segundo, que si no están creando el próximo Facebook no tiene sentido emprender, que si no es el próximo Google, no vale la pena, que si su empresa no es 100% innovadora, no se sienten motivados. De hecho he tenido la oportunidad de ver en muchas ocasiones como emprendedores que estuvieron supremamente apasionados por su proyecto, se dan cuenta que un vecino está trabajando en la misma idea y, de repente, como sienten que su idea ya no es única en el mundo, se desmotivan y hasta abandonan el barco.

Para dar contexto, creo que en términos muy generales un emprendedor puede tener dos grandes motivaciones para emprender. Por un lado, quieren crear una compañía que cambie las reglas de juego, que crezca muy rápido y que transforme una industria, y por otro lado, quieren vivir más tranquilos y tener una empresa que cubra el valor de su estilo de vida  mientras emprenden. El problema es que, salvo muy contadas excepciones, NO es posible vivir las dos cosas al mismo tiempo.

Paul Graham define una startup como «una compañía diseñada para crecer rápidamente», tienen que hacerlo porque tienen que apoderarse de una porción del mercado aceleradamente, tienen que verse cada vez más “sexy” para inversionistas, y así levantar dinero para seguir creciendo. En mi experiencia, solo crecemos rápidamente dedicando el 150% de nuestra energía para lograrlo, lo cual siempre implica sacrificios (familia, amigos, deporte, hobbies). No creo en los “Part-Time Entrepreneurs

Los creadores de grandes startups que he conocido, esos que he visto transformar industrias, comparten una obsesión y un gusto muy particular por la adrenalina de construir empresas muy grandes, por abrir países, crecer sus equipos, se obsesionan por la curva de crecimiento de sus ventas, abrir rondas de inversión, y por la adicción al estrés que eso trae como consecuencia.

Hacerlo les apasiona, los divierte; y lo digo porque cuando logran el tan anhelado “exit”, es decir, cuando venden sus compañías y cuando tienen muchísimo dinero en la cuenta de ahorros para jubilarse, deciden crear una nueva startup, es decir, deciden volver al mismo mierdero.

Por otro lado, un negocio de estilo de vida, donde la definición de éxito es ligeramente diferente, el fundador tiene más control sobre cuánto tiempo dedicar a su empresa, se ve en la necesidad de realizar menos sacrificios, tiene un gran balance Trabajo-Vida personal y decide (sin tanto corre corre) en qué invertir la mayor parte de su tiempo.

En este tema hay dos grandes mitos:

– Que las empresas de estilo de vida son empresas del mundo offline.

– Que las empresas de estilo de vida son obligatoriamente pequeñas.

Una compañía de estilo de vida no tiene que ser pequeña, ni en ingresos ni en empleados, simplemente el ritmo y las presiones son diferentes. Tambien hay empresas de estilo de vida que son 100% digitales. De igual manera, hay muchas empresas de crecimiento muy acelerado que NO hacen parte del mundo digital.

El problema radica en que con el boom de las “startups”, nos creímos el cuento de que es indigno crear compañías de “estilo de vida”, que si no lanzamos al mercado el próximo gran “unicornio” que levante billones de dólares, no vale la pena emprender, y dejamos de lado la otra mitad del camino, que en mi opinión, es exactamente igual de válida.

Desde mi punto de vista, las películas, los libros, los realities y las series de emprendimiento están invitando a muchos jóvenes a vivir caminos que posiblemente no querían vivir, y aquí mi reflexión es muy sencilla: Cualquier emprendedor, o cualquier equipo de emprendedores, sin ánimo de hacer feliz a nadie más que a ellos mismos, debería preguntarse qué es lo que realmente quiere, qué los motiva. Saberlo les ahorrará muchos dolores de cabeza.

Recuerden, aquí no hay respuestas correctas, solo sensatez.

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Luis Felipe Giraldo

2 comentarios en “Empresas de estilo de vida v.s Startups”

  1. Me encantó este artículo. Comparto la opinión, no había escuchado el término ‘empresa estilo de vida’ pero es muy acertado. Hace unos años fundé una empresa de desarrollo de apps, Imagine Apps, y creo que la expectativa de muchos al ver que es una empresa de tecnología es que debería apuntar a ser el próximo Facebook, pero como fundador mi visión está lejos de eso.

    Le agregaría a la definición de empresa estilo de vida que también contribuye a la generación de empleo y al desarrollo de las carreras de muchas personas.

    Gracias por el post. Muy bueno.

    1. Hola Nicolás,

      Gracias por tu aporte, lo tendremos presente para hacer la definición, me encanta que te haya gustado el artículo

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